REHABILITACION DE FACHADAS

¿Tienes un proyecto de reforma o rehabilitación en mente?

TIPOS DE SISTEMAS DE REHABILITACION DE FACHADAS

Hasta hace no tantos años han venido ejecutándose preferentemente dos tipos de técnicas o soluciones constructivas en el ámbito de la rehabilitación de fachadas. La primera de ellas consistía en la reparación de enfoscados mediante un mortero de cemento, el cual exige un pintado de la fachada con cierta periodicidad para preservar la estética del edificio.

La segunda, emplea para el revestimiento de paredes exteriores el sistema de enfoscado monocapa, una solución técnica más evolucionada consistente en la aplicación de un mortero predosificado industrialmente fruto de la combinación del propio cemento con aditivos, áridos y fibras. A diferencia del mortero de cemento, este tipo de solución proporciona propiedades impermeables y transpirables a la fachada, así como diferentes opciones de acabado tanto en lo referente a la textura como al color. Sin embargo, el enfoscado monocapa tampoco supone mejora alguna en el ámbito de la eficiencia energética, por lo que no vendrá acompañado de un ahorro en la climatización del inmueble ni de las subvenciones asociadas a la rehabilitación energética.

En los últimos tiempos, los avances tecnológicos en la materia nos han venido conduciendo hacia sistemas mucho más innovadores dotados de aislamiento térmico y acústico, los cuales no solo permiten ahorros energéticos considerables elevando los niveles de confort en el interior de las viviendas -un hecho muy a tener en cuenta en climatologías oceánicas como las existentes en A Coruña y Vigo-, sino que además aíslan la las mismas de los ruidos exteriores y requieren un menor o incluso, en ocasiones, nulo mantenimiento.

Estudios recientes del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) han puesto de manifiesto que una de cada tres personas en nuestro país se encuentra insatisfecha en relación los niveles de aislamiento térmico y acústico del edificio en el que habita, situando este tipo de problemática por delante incluso de la propia estética edificio o su estado de conservación.

Este hecho ha disparado en los últimos tiempos la proliferación de cerramientos como la fachada ventilada o el SATE, sistemas que permiten la rehabilitación energética de nuestros edificios aumentando notablemente la sensación de confort y calidad de vida de sus habitantes pero sin descuidar en ningún momento la vertiente acústica ni la renovación a nivel de estética de los mismos.

Por este motivo, en Reformas Coruña hemos querido llevar a cabo un análisis exhaustivo de los diferentes tipos de sistemas existentes para la rehabilitación de fachadas, con objeto de arrojar algo de luz acerca de los mismos, establecer los criterios básicos para su elección e incidir en las ventajas e inconvenientes derivados de cada uno de ellos.

FACHADA VENTILADA

La fachada ventilada, también denominada en ocasiones transventilada, es considerada por la mayoría de arquitectos como el sistema de cerramiento más eficiente en lo relativo al aislamiento térmico y acústico del edificio. Además, es la que aporta un mayor valor estético al mismo debido a la posibilidad de incorporar en su capa exterior acabados en una amplia variedad de materiales que van desde la piedra a la cerámica pasando por el panel sándwich o la madera.

Su capacidad para eliminar los puentes térmicos permite evitar pérdidas energéticas y suprime los problemas por condensación que pueden acabar provocando humedades. También se trata de un sistema capaz de ofrecer una enorme durabilidad debido a la calidad de sus materiales y al hecho de que incorpora juntas entre las piezas de la fachada, impidiendo de este modo los problemas de dilatación y garantizando la estética del edificio durante periodos de tiempo muy prolongados.

Su gran secreto reside en el llamado efecto chimenea, que dota a la fachada de ventilación natural a través de la incorporación de una cámara de aire entre el aislante y el revestimiento que mantiene seco el aislamiento en todo momento y que actúa aumentando el rendimiento energético en invierno y desalojando el aire caliente en los periodos de mayor temperatura. Este hecho incide directamente en el nivel de confort percibido por los habitantes de la vivienda y lleva asociados ahorros económicos que se incrementan año tras año a causa de las incesantes subidas en el precio de la energía registradas en nuestro país.

SISTEMA SATE

El sistema SATE o Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior es, tras la fachada ventilada, el procedimiento constructivo que permite alcanzar mayores cuotas de aislamiento térmico y acústico. Pero a diferencia de este, el montante total de ejecución de una fachada SATE es sensiblemente menor, por lo que quizás la mayor de sus ventajas resida en su relación calidad/precio, dados las enormes niveles de eficiencia energética que logra este tipo de cerramiento en comparación con su desembolso económico.

La inversión realizada en un Sistema SATE se amortiza en muy cortos periodos de tiempo –aproximadamente entre 5 y 7 años- gracias a las importantes reducciones que se obtienen en las facturas energéticas, que suelen oscilar entre un 30% y un 40%.

Su instalación es rápida, sencilla y limpia, consiguiendo minimizar las molestias derivadas de las obras como los largos plazos de ejecución, la acumulación de escombros, el polvo o la suciedad, entre otros contratiempos.

Al igual que sucede con la fachada ventilada, la instalación de una fachada SATE conlleva también la eliminación de los puentes térmicos, impidiendo de este modo las pérdidas energéticas, eliminando las humedades y protegiendo el interior de la vivienda contra el frío y el calor.

También permite el acceso a importantes subvenciones a la rehabilitación energética, por lo que los costes derivados de una instalación de este tipo pueden verse ampliamente reducidos con respecto a la valoración inicial. De hecho, a partir de 2018 será subvencionable hasta un 40% del total del presupuesto de ejecución, con cuantías máximas de 8000 € por vivienda en edificios y de 12.000 en el caso de las unifamilares.

A nivel estético, permite la implementación de muy variados acabados que van desde los acrílicos a los monocapas o estucos, por lo que garantiza una completa renovación de la imagen del inmueble.

En definitiva, se trata del sistema ideal si queremos solucionar problemas térmicos, acústicos y/o de humedades, aumentando el confort dentro de los hogares y el aspecto exterior de los edificios, pero sin tener que llevar a cabo un excesivo desembolso económico.

MORTERO MONOCAPA

El mortero monocapa, también comúnmente denominado enfoscado  monocapa es un sistema para el revestimiento de fachadas consistente en la aplicación de un mortero industrial semiterminado que se mezcla con agua en las condiciones especificadas por el fabricante y se proyecta sobre la fachada en capas de alrededor de quince milímetros de espesor, dependiendo del producto.

El enfoscado monocapa es una alternativa mejorada al sistema tradicional de mortero de cemento y, con respecto a este, es capaz de dotar a la fachada de una mayor capacidad higrotérmica en materia de impermeabilización y transpiración.

A la hora de hablar de sus inconvenientes, su mayor problema reside en el hecho de que no supone avance alguno en lo que a eficiencia térmica y aislamiento acústico se refiere, por lo que tampoco permitirá un ahorro en la factura energética ni el acceso a subvenciones.

En lo relativo a su apariencia final, este tipo de sistema permite seleccionar un amplio abanico de acabados, colores y texturas por lo que, en este sentido, alcanza niveles más que decentes de satisfacción.

En definitiva, el enfoscado monocapa constituye una buena solución para aquellos casos en los que se desee mejorar la estética y el estado de conservación del edificio recurriendo a presupuestos de ejecución bajos. Sin embargo, es necesario destacar en este punto que el coste por metro cuadrado de una rehabilitación de este tipo no dista demasiado del precio de instalación de un sistema SATE con subvenciones a la rehabilitación energética. Por este motivo, antes de decantarse por un sistema de este tipo, resultará más que conveniente realizar un estudio pormenorizado del gasto energético en el que incurrimos mensualmente.

MORTERO DE CEMENTO

El mortero de cemento es el enfoscado que menor desembolso económico inicial requiere y, por lo tanto, el más comúnmente empleado para rehabilitaciones de bajo presupuesto. Se trata de un sistema duro y resistente pero a la vez también en ocasiones demasiado rígido, lo que puede provocar la aparición de grietas o fisuras con el paso del tiempo.

A pesar de su inversión inicial reducida, es el sistema que mayor mantenimiento requiere en cuestión de limpieza y pintado de la fachada, motivo por el cual es también el que acarrea mayores costes económicos con el paso del tiempo.

Al igual que sucede con el enfoscado monocapa, tampoco conlleva asociados ahorros energéticos en lo relativo a la climatización de la vivienda ni el acceso a subvenciones de rehabilitación energética.

Tampoco es el sistema más aconsejable si lo que se busca es aumentar el confort en el interior de las viviendas ya que, al tratarse de un material impermeable, puede llegar a provocar condensaciones con sus correspondientes daños materiales y perjuicios de salud asociados.

Por último, su apariencia final es de perfil bajo por lo que debe acompañarse bien de pintura o de una nueva capa de un revestimiento más ligero.